En algunos países se han desarrollado directrices que fomentan el desarrollo de una acuacultura sostenible. En Tailandia, por ejemplo, actualmente se cuenta con lineamientos como (Rana e Immink, 2000):
- El área dedicada a la camaronicultura será limitada a 76,000 ha,
- Para que todas las granjas de camarón sean asistidas mediante un monitoreo deberán ser registradas previamente,
- Todas las granjas mayores a 8 ha deberán de contar con equipo adecuado para el tratamiento de los efluentes de agua,
- El límite de DBO (demanda bioquímica de oxígeno) de los efluentes de descarga deberá ser menor a 10 mg/L,
- El agua de mar descargada no deberá invadir suelos agrícolas o masas de agua dulce,
- Los lodos o sedimentos no podrán ser descargados en canales o áreas públicas.
Finalmente, entre las consideraciones que se pueden recomendar para una acuacultura exitosa están: lograr una planeación real del desarrollo de la acuacultura; enfrentar de manera eficiente los asuntos técnicos respecto al manejo y la prevención de enfermedades, producción de poslarva y nutrición; ejecutar buenas prácticas de manejo; considerar los costos comerciales y no-comerciales; evaluar el manejo de la calidad y cantidad de agua; evaluar cuantitativamente los impactos ambientales producidos; desarrollar y ejecutar planes y estrategias para el manejo integral de la zona costera; desarrollar programas de rehabilitación o restauración de estanques abandonados y un manejo apropiado de los lodos o sedimentos; manejar adecuadamente los conflictos sociales bajo los principios del desarrollo sostenible; desarrollar acuerdos de comercio, políticas gubernamentales e instrumentos de manejo apropiados y, por último, contar con una información que fluya oportunamente entre los científicos y usuarios.
Fuente: Federico Páez-Osuna. Retos y perspectivas de la camaronicultura en la zona costera.