La producción de camarón en el mundo ha enfrentado los ataques de enfermedades virales que han mermado la producción y rentabilidad de los productores.
Esta es, quizás, la primera vez que la industria se ve afectada por un virus que no ataca a la especie producida, sino a sus consumidores y su economía en general.
Sin embargo, la industria camaronera será una de las que se recuperará más rápido gracias a las mejoras en producción y tecnología, posicionamiento del producto e independencia de la demanda local.
Si bien Ecuador ha venido creciendo año a año en cifras de exportación de camarón, tanto en cantidad como en valor, desde el último año se ha evidenciado una notable caída en los precios pagados por el producto, debido al aumento de la oferta internacional del crustáceo.
Ecuador exportó en 2019 cerca de $3600 millones por la venta de camarón. De estos, $2000 millones, el 54%, corresponden a ventas a China. Esta alta dependencia hacia la demanda china es lo que los volvió especialmente vulnerables ante la crisis del COVID-19.
Ya con la emergencia sanitaria declarada, el sector acuícola, en particular el de producción de camarón, enfrenta una de sus peores crisis. Productores con problemas para ubicar sus pescas, plantas de procesamiento con problemas de comercialización, bajos precios y ausentismo laboral.
A pesar de todo esto, no es la primera crisis que enfrenta la industria camaronera, y al igual que en ocasiones anteriores el sector saldrá adelante. Algunos analistas pronostican una rápida recuperación del consumo en China luego de un largo período de confinamiento.
Fuente: PROCAMPO 2020.
https://www.procampo.com.ec/index.php/blog/10-nutricion/156-el-efecto-del-covid-19-en-la-industria-camaronera-de-ecuador